Nutrición

En teoría, la alimentación ha de estar encaminada a nutrirnos para cubrir las necesidades del organismo, al fin que sus  funciones estén cubiertas. O sea, que alimentación y nutrición han de ir de la mano en perfecto equilibrio. Por desgracia -la mayoría de las veces-, no es así.

Alimentación y nutrición, diferencias

Llamamos alimento a todos aquellos vegetales y animales, que en función de nuestras costumbres, son susceptibles de llevarnos a la boca para generar la energía necesaria para que funcione nuestro organismo.

[orbital_cluster categories=»3″ order=»DESC» postperpage=»30″]

Esto era sencillo, cuando la raza humana se alimentaba de todo aquello que la tierra en sus diferentes formas nos suministraba. Bien porque brotaban de la tierra, bien porque se recolectaba, o bien por el arte de la caza. Eran alimentos naturales que nutrían.

Hoy las cosas son mas complicadas. La intervención del hombre, ha traído como consecuencia la transformación de muchos de aquellos alimentos naturales, en comestibles que satisfacen y sacian el hambre. Pero con deficiencias nutricionales.

Por tanto, si somos conscientes de que el acto de alimentarse necesariamente no  significa que estemos nutriendo nuestro cuerpo en todas sus necesidades, hemos dado un gran paso. Este paso nos llevará a la búsqueda de alimentos que, además de satisfacernos durante la ingestión de los mismos, cumplen la función necesaria para nuestra salud.

Alimentación y nutrición saludable

Por suerte, tenemos a nuestro alcance todo tipo de alimentos y ya no resulta tan fácil distinguir entre aquellos que además de satisfacernos por su palabilidad, nos nutren y mantienen sanos. Por eso hemos de hacer un esfuerzo y tener en cuenta cuando vayamos al mercado o supermercado, que el acto de la compra es muy importante.

Cierto es que siempre andamos con prisa, y que tenemos costumbres muy arraigadas, puesto que así nos han enseñado. Pero hemos de ir a la compra «con gafas» para poder leer las etiquetas de los productos que compramos y echamos al carro.

Vayamos a las zonas de fruterías, carnes, pescados, verduras.., en busca de aquellos alimentos naturales que son los que, además de nutrirnos nos cuidan. Eliminemos los alimentos procesados cargados de aditivos colorantes, conservantes, potenciadores del sabor que son derivados de petróleo y producidos en laboratorios. Con esto solamente, hemos eliminado la mayor parte de los problemas alimenticios.

Los macronutrientes

En toda cesta de la compra han de estar presentes estos macronutrientes, para que nuestra alimentación sea saludable; hidratos de carbono, proteínas y grasas o lípidos. Estos macronutrientes son necesarios en diversos porcentajes, para que el organismo funcione en plenitud. La clave está en las cantidades de cada uno de ellos, y en las fuentes de los mismos.

La base de nuestra alimentación para que sea equilibrada, sería la compuesta por verduras, frutas, carnes, pescados, huevos y grasas.

  • Verduras, cada día, en cada comida, y cuanto más verdes, mas nutritivas son
  • Frutas, dos o tres piezas/día, en función de su Índice Glucémico (IG) pues contienen fructosa (azúcares)
  • Carnes, fuente de hierro, grasas y proteínas. Todos elementos necesarios para construir y reparar tejidos.
  • Pescados, sobremanera el pesado azul, fuente de grasas y proteínas buenas
  • Huevos, fuente de proteínas de alta calidad, grasas, vitaminas y minerales.
  • Grasas, imprescindibles para el funcionamiento del cerebro y otros órganos.

La fuente de los alimentos, es lo importante

Es fácil observar que todos aquellos alimentos naturales que hemos conocido de siempre, son necesarios. Cada uno de ellos es fuente de aportación de elementos nutritivos esenciales para el organismo. Pero si es importante controlar la fuente de los mismos.

Por ejemplo, las verduras están cultivadas en campos donde se aplican líquidos y pesticidas para que no afecten a su presentación. Antes íbamos a las huertas (quienes hemos tenido la suerte de criarnos donde las había), y se arrancaban las verduras para llevarlas a la mesa.

Lo primero que se hacía era lavarlas bien para quitarles los bichos que pudieran traer. Bichos, como el escarabajo de la patata, el gusano verde de la lechuga y la berza, etc. Y siempre había las típicas hojas que se notaban comidas en parte por estos gusanos, que se recortaban y listo.

Pues esto ahora no se ve. Las verduras y demás hortalizas han de estar libres de estas marcas y con un aspecto inmaculado, si no pues no saldrían al mercado. Pues para conseguir esto, se utilizan productos que eliminan las plagas y demás insectos. ¿Y salimos ganando? pues lo dudo. A no ser que prime el aspecto sobre la ingestión de productos químicos que terminan minando la salud.

Lo mismo ocurre con las carnes y la inyección de hormonas, el mercurio en los pescados azules. Los huevos de gallinas estresadas y alimentadas con piensos con aditivos, o las frutas tan brillantes por las ceras para su presencia y durabilidad. Antiguamente se decía que la fruta había que comerla con piel puesto que era donde estaba la vitamina, pero en cambio, hoy la recomendación es pelarla para no ingerir todas esas porquerías.

Conclusión sobre las fuentes de alimentos

Hemos de tratar de volver a recuperar la salud a través de las fuentes de alimentos naturales, eliminando en la medida de lo posibles todos los alimentos procesados. Estos están cargados de elementos artificiales exigidos por el mercadeo en detrimento de sus propiedades y nuestra salud. Así que trataremos que alimentación y nutrición estén en perfecta armonía.

Ángel Montero