Belleza
Los seres humanos de cualquier condición, ideología o cultura, tanto en tiempos pasados como actuales, persiguen la belleza como signo distintivo individual y personal. Belleza y salud van de la mano.
Y una parte importante y fundamental para conseguir esa belleza, viene dada como reflejo de la salud y como resultado de una alimentación adecuada y equilibrada. Por tanto, suelen ir de la mano belleza y salud.
Belleza y salud como reflejo de la alimentación
A todos nos han dicho «chic@, que buena cara tienes» o al contrario» que mala cara tienes», sin saber si en realidad estamos enfermos, preocupados o simplemente desganados.
El caso es que cuando gozamos de buena salud, tanto mental como físicamente y nos encontramos en buena forma, esto se refleja en nuestro rostro, porque el rostro no solo es reflejo del alma sino también de salud. Y la salud es la consecuencia de una alimentación natural y equilibrada.
Una gran parte de la alimentación que está a nuestro alcance, está repleta o al menos contiene toxinas. Estas, además de otros trastornos, hacen que nuestra piel esté apagada y sin brillo.
Incluso, en casos de mas gravedad, la piel se llena de manchas rojas, ezemas y células de piel muerta en cejas.
Como eliminar las muestras de toxicidad en la piel para que esté bella y saludable
Recuerdo hace bastantes años, que me salieron unas manchas rojas en la cara y además no me aguantaba de picores.
Siempre me ha gustado utilizar cremas para la piel y reconozco que me he gastado mucho dinero en tratar de cuidar el aspecto de la piel de mi rostro.
A pesar de ello, cuando me salieron aquellas rojeces tan molestas, fui a una farmacia – laboratorio, especialistas en estos trastornos de la piel.
Recuerdo que aquella mujer, con bastantes años y experiencia, por cierto, me miró y me dijo algo que me sorprendió: «tienes la piel enfadada» .
El caso es que me fui de allí con un cargamento de cremas para el día, la noche, unas para calmar la piel, otras para regenerarla…en fin. Un montón de cremas carísimas.
Me las estuve aplicando durante algunos días y reconozco que mejoré bastante. Pero no lo suficiente para aquellos prospectos que prometían tanto.
Así que seguí investigando, hasta que encontré la solución que llegó a través de un Dr. Naturalista: la solución a los problemas externos, problemas de piel, ha de darse desde el interior.
Esto no quiere decir que hemos de desechar aquellas cremas que cuiden nuestra piel cada día protegiéndola de las agresiones ambientales, ni mucho menos.
El caso es que hemos de elegir aquellas cremas para el rostro naturales libres de parabenos y otros aditivos perjudiciales a la larga, como complemento a una alimentación sana y equilibrada.
Somos lo que comemos, dice el refrán
Y así fue como conseguí eliminar todos los trastornos que hacían que mi piel estuviese enfadada. Sin cremas antibióticas ni de ningún otro tipo. Con la alimentación.
Con una alimentación natural, libre de esas toxinas que ingerimos a través de aditivos y tratamientos en fábricas, donde extraen las propiedades nutricionales de los alimentos naturales, añadiendo a cambio otros que potencian sabores, olores y texturas.
¿Por que se extraen los nutrientes de la leche, para a continuación añadirle de manera artificial calcio? No tiene sentido.
La belleza a través de la alimentación
Como conclusión, podemos estar seguros que la clave de lo que somos y el estado en que nos encontremos, viene dado por lo que comemos en su mayor parte, y en consonancia con una forma de vida equilibrada.
Una alimentación sana y equilibrada nos permite disfrutar de bienestar, y como reflejo, de belleza y salud.