Al comenzar un cambio alimentario o dieta para bajar de peso
Una dieta para bajar de peso, es un reto al que solemos enfrentarnos casi todos en uno u otro momento. Y no solamente eso, sino que es uno de los retos con el índice más alto de fracasos y frustraciones.
Cuando llega la primavera, se llenan los gimnasios, aumentan las visitas en las páginas web que prometen bajadas de un montón de kg en unos días. Haz la prueba.
Teclea en Google: “bajar 3 kg en tres días”, y te saldrán un total de 517.000 resultados.
Que si la dieta de la piña, la dieta militar, dieta segura con claras de huevo… ¡error!
El primer y mayor error que se comete al comenzar una dieta para bajar de peso, es pensar que la restricción calórica es la solución a todos los problemas de sobrepeso. Y ese error, conlleva sufrimiento ante los alimentos, un hambre voraz, y un hartazgo que nos lleva a los pocos días a mandarlo todo al carajo y ponernos las botas con 3 platos y postre seguidos de café y licor.
Hay quienes recomiendan tres o cuatro ingestas diarias, aunque yo no estoy de acuerdo con esa tesis. Tampoco estoy de acuerdo con aquellos que dicen que todas las calorías son iguales. Pero de eso hablaremos en otro momento. Ahora estamos con las calorías que entran y calorías que se consumen.
Supongo que si eres conductor, habrás tenido algún momento en que la lucecita del cuadro marcaba reserva y no sabias donde estaba la siguiente gasolinera. Pues bien ¿a que solemos levantar el pie del acelerador e ir a una velocidad más baja al fin de reducir en la medida de lo posible el consumo de gasolina?
Pues bien. Eso es lo mismo que hace el organismo. Cuando está acostumbrado a llevar “el depósito lleno”, el metabolismo está activado y consume sin restricciones. Pero cuando le cortamos la ingesta de calorías, que al fin y al cabo es nuestra gasolina, el organismo se vuelve conservador en el consumo porque sabe que si se agota el combustible de reserva, morimos.
Por eso mismo, es por lo que cuando comenzamos una dieta para bajar de peso, lo conseguimos durante los dos primeros días pasando penas y hambre. Pero al tercer día, la bajada de peso se estanca. Aguantamos un poco más, volvemos a pesarnos y la báscula nos devuelve una cifra similar si no superior…y este es el momento en que mandamos todo al traste, y nos acomete la operación rebote.
En resumen, no solo no bajamos peso, sino que al final, aumentamos.
Los principios de una dieta para bajar de peso
- Lo primero que debemos hacer, es saber cuanta energía consumimos diariamente. Tanto la GER (Gasto de Energía en Reposo), es decir, la energía que nuestro organismo consume con su funcionamiento, como la GET (Gasto de Energía Total), que es la suma del GER y la que consumimos con nuestra actividad y que va en función de nuestro peso, edad, sexo, altura e índice de actividad.
- A partir de este momento, sabemos cuantas calorías gastamos y cuantas debemos ingerir para ir bajando de peso. Claro que hay que tener en cuenta también el tipo de alimentos que debemos ingerir. Hablaremos sobre ello.
- Ser conscientes que nuestra vida social nos pone muy difícil el llevar una restricción alimentaria a rajatabla. Comemos en casa rodeados de nuestra familia, y ellos no tienen restricciones. Salimos con nuestra pareja y amigos a cenar fuera y a tomarnos unas copas, y no es un buen entorno para decir ¡No!
Así que la solución está en una planificación para que nos quede un “hueco” que hemos ido creando durante el resto de la semana. Ese hueco puede estar hecho a base de ejercicio, por ejemplo. También podemos dejar un día a la semana o cada dos semanas para disfrutar y desmelenarnos…con conocimiento, claro.
- La dieta ha de estar compuesta a base de alimentos que nos gustan. Con una dieta generada a base de alimentos que no nos resultan agradables, duraremos muy poco.
- Aprender a comprar en los supermercados. Esto es algo fundamental ya que es la manera de eliminar de nuestra alimentación todos aquellos procesados repletos de conservantes, colorantes y tantos otros aditivos que si los viésemos en origen, nos causarían repulsa.
- Y para terminar, aunque hay muchísimas cosas más, la más importante.
Tomar la determinación de bajar de peso
- No es mentalizarnos para estar una temporada sacrificados ingiriendo alimentos que no nos gustan y que hace de la hora de comer un calvario.
- Tampoco es pasar hambre y levantarnos del sillón cuando en la tele viene la publicidad porque -ley de Murphi-, todos los anuncios son de comida.
- Ni por supuesto, es estar todo el día de mal humor y ni sin energía
Tomar la determinación de comenzar una dieta para bajar de peso, ha de ser un viaje sin retorno hacia un cambio de hábitos alimentarios que, además de conseguir perder grasa, bajar de peso, que mejore nuestra piel y aspecto en general, y que se vuelva a instalar la energía dentro de nosotros, evitaremos el siempre temido efecto rebote que siempre va de la mano con una dieta mal replanteada.
Y si no son suficientes argumentos, también conseguiremos mejorar nuestra calidad de vida y, por qué no, alargarla.