Dieta hipocalórica para la reducción de peso
Una dieta hipocalórica, tiene como objetivo la reducción de peso en casos de sobrepeso u obesidad. Y por supuesto, está basada en una reducción de la ingesta calórica al fin de mantenerla por debajo del gasto energético total de la persona.
El gasto energético total, es el resultado de la suma del gasto energético basal, es decir, el gasto energético empleado por el organismo en las distintas funciones, más el gasto energético consumido en distintas actividades físicas, dicho en pocas palabras.
La dieta hipocalórica es una de las dietas más buscadas y empleadas, por encima de aquellas que están pensadas para contrarrestar algún trastorno: hipertensión, diabetes, Síndrome del Intestino Irritable, etc. Todo ello es debido, a que la dieta hipocalórica es la que más incidencia tiene en la estética de la persona.
No obstante, la dieta hipocalórica suele estar mal empleada. Se suele de utilizar de manera casi compulsiva en los meses inmediatamente anteriores a la “operación playa”. Una vez acabado el verano, volvemos a sentirnos protegidos con la ropa y volvemos con más ansia aún, si cabe, a retomar esos hábitos alimentarios que nos han llevado hasta el sobrepeso u obesidad.
Es por ello, que esta dieta para bajar de peso es la que mayor sufrimiento, frustración y peligro entraña de todas las dietas. Sufrimiento, por la renuncia de los alimentos que nos gustan y las cantidades ingeridas. Frustración, por la rápida recuperación del peso perdido con tanto esfuerzo en muy poco tiempo, y peligro, por entregarnos a la desesperada a muchos tipos de dietas que nos obligan a poner en peligro la salud por el desequilibrio o falta de nutrientes esenciales.
Cuando se estudia una dieta para bajar peso, hay que tener en cuantos distintos parámetros básicos, como son: sexo, edad, altura, medidas antropométricas, historial clínico, etc. Pero también es fundamental, hacer un estudio sobre el tipo de alimentos que son de agrado del paciente.
Esto, aunque parezca que carece de importancia, o al menos no tiene tanta como el resto de datos, yo personalmente le doy mucha, porque es la clave cuando se acomete una dieta hipocalórica para no abandonar al poco tiempo.
Si decimos que se ha de afrontar este tipo de dieta como un cambio de hábitos alimentarios, entonces, la dieta debe de estar basada en aquellos alimentos que sean de agrado del paciente. Eso claro, sin olvidar que las cantidades de alimento sean suficientes y equilibradas en nutrientes para no pasar hambre.
Esa es la manera de que, lo que comienza como un “quiero adelgazar, me voy a poner a dieta”, se convierta en una gratificante experiencia y un hábito de vida sin fecha de caducidad.