Evaluación nutricional, base de una dieta de éxito
La importancia de una evaluación nutricional
¿Quieres adelgazar? Pues es fácil, simplemente necesitas un plan que te ayude y te guíe hasta que seas consciente de los errores que te han llevado hasta ahí.
Hasta ese peso en que no quieres estar. Pero antes hay que hacer una evaluación nutricional.
Comenzar una dieta de la manera correcta, es la diferencia entre el éxito y el fracaso. Una evaluación nutricional, es el fundamento para la creación de un nuevo hábito alimenticio, que haga de este cambio algo sostenible.
Cuando decidimos comenzar una dieta, estamos dando el primer paso hacia un cambio de sistema de vida, puesto que NO se trata de comenzar una restricción calórica que te amargue la vida y ponga fecha de caducidad a la aventura.
Se trata simplemente de un cambio de visión y actitud ante los alimentos.
Primer paso para el éxito cuando decidimos hacer dieta
Todos los caminos comienzan con un primer paso, y una evaluación nutricional -aunque no sea a fondo-, es ese primer paso.
Porque estamos hablando de un cambio de hábitos, antes de nada, los Técnicos en Nutrición debemos de conocer esos hábitos que te han traído hasta aquí.
También están los trastornos que la alimentación inadecuada te han podido producir. Como diabetes, ácido úrico, trastornos gastrointestinales, etc.
Por ello, los cuestionarios de evaluación nutricional incluyen un estudio y análisis de aquellos alimentos que se tomaban con mayor frecuencia en el pasado, haciendo hincapié en los usos y/o abusos de determinados grupos de comida.
También en los aliños y en snacks que no podían pasar desapercibidos.
El papel del coach nutricional
Internet ahora, algunas revistas de siempre han facilitado dietas para bajar de peso. Incluso muchas de ellas milagrosas que te hacen bajar de peso hasta 5 kg en unos días, e incluso más.
Y ahí convergen varios errores que convierten algo que debería de ser ilusionante, como una variación en la alimentación en busca de salud a través de un peso adecuado, en un calvario repleto de frustraciones y hambre. Vamos a ver algunos de esos errores:
- El primer error, es ofrecer una dieta para “bajar 5 kg en tres días”, puesto que se da por hecho en este caso que con una bajada drástica en kcal se baja peso.
Y mucho menos se puede conocer cuánto, puesto que cada persona consume y utiliza la energía de distinta manera y cantidad.
- Se desconocen los datos básicos, como el metabolismo basal. Algo fundamental para preparar un plan nutricional.
- Se desconocen los efectos que cada alimento hacen en el paciente, puesto que algunos -o muchos de ellos-, pueden causar inflamación en lugar de ayudar en el objetivo.
- La dieta estructurada en plan genérico, puede estarlo para algunos grupos de personas con un perfil adecuado. Para otro tipo de perfil, es justo lo contrario.
- Una dieta no puede ser válida para hombres y mujeres, jóvenes, maduros o ancianos a la vez.
Tampoco para personas con un índice de actividad distinto o para personas que viven en distintos lugares, con distintos climas.
Ni puede ser válida la dieta de verano en el invierno. Y esas dietas milagrosas no se dirigen a un perfil concreto.
- Y para no extenderme, por último, debemos de mentalizarnos que esa mención errónea de “ponernos a dieta”, no es un período transitorio, sino un tránsito hacia una alimentación adecuada a nosotros como individuo, a nuestras propias características.
Además, la dieta es todo aquello que comemos -por ejemplo, la dieta mediterránea-, que puede ser errónea o no, esa es la diferencia. Así que simplemente, vamos a cambiar de dieta.