La clave del éxito de una dieta y el papel del coach

Por qué fracasamos al hacer dieta

La obesidad es una enfermedad crónica que, como tal, no se soluciona con un simple cambio temporal de hábitos ni actitudes. Recurrimos a dietas genéricas que nos prometen bajar 3 kg en tres días, 5 kg en cinco días y así sucesivamente.

Y ahí cometemos el primer error, porque ¿cómo es posible que nos garanticen esa bajada de peso, si no sabemos ni nuestro consumo energético basal ni el consumo energético total diario?

Un segundo error es lanzarnos a una dieta de eliminación de alimentos, porque ni todos los organismos son iguales ni asimilan los alimentos de la misma manera. Y por supuesto, quizás estemos eliminando ese nutriente que para nosotros resulta fundamental o excedemos aquél otro que nos perjudica.

Por tercer error -que no último-, asimilamos el hecho de “ponernos a dieta” con un estado de hambre, sacrificio y sufrimiento, que es del todo insostenible con el paso de los días. Y no tiene por qué ser así.

La clave del éxito de una dieta

Un estudio de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en colaboración con XLS Medical, ha mostrado que los españoles desean perder una media de 10 kg en 5 meses. Pero lo que realmente llama la atención, es el principal motivo que impulsa a ese porcentaje de personas interesadas en perder peso: vestirse mejor.

Se estima que más del 80% de los españoles que acometen una dieta, bien movidos por un interés estético o médico, fracasan en su intento. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la previsión mundial de obesidad previstas para el año 2030, se van a cumplir en el año 2015.

El éxito de una dieta tiene una palabra clave: sostenible. Y para que así sea, ha de ser una dieta equilibrada en nutrientes de tal manera que con el paso del tiempo nos vayamos sintiendo mejor, no más débiles y enfermos.

Asimismo, una dieta ha de estar basada en alimentos que sean de nuestro agrado y en suficiente cantidad para no pasar hambre. Que la dieta en que nos embarcamos esté compuesta de alimentos que no nos gusten o que sea escasa en cantidad, es una dieta fracasada.

El fracaso en un intento de someterse a una dieta acentúa los motivos que nos han impulsado a dar ese paso adelante. En primer lugar, después del hambre pasada y las frustraciones en la báscula, una vez abandonamos la dieta, nos entregamos a una ávida tragonería.

Y, en segundo lugar, el “ya todo me da igual”, cuando vemos que no solo hemos recuperado el estado anterior al fracasado intento de hacer dieta, sino que vemos desolados como el efecto rebote nos hace aumentar de peso.

El papel del diet coach

El diet coach está relacionado con el campo de la nutrición, por tanto, su papel irá dirigido a conseguir esos cambios alimentarios imprescindibles para alcanzar un estilo de vida saludable.

La principal asociación profesional de coaching, la IFC (International Coach Federation) define a los coach como “esa persona que mediante el proceso de coaching ayuda a obtener extraordinarios resultados en aquel ámbito para el que se le requiere, a través de una relación profesional continuada”.

El coach, o entrenador, no es un crítico ni un dirigente que se ocupa de marcar un camino al coachee -quien recibe el entrenamiento-, sino que su papel persigue potenciar las características de los individuos al fin de conseguir ese cambio perseguido de manera autodirigida.

Y claro está, para potenciar ese cambio se requiere ayudar y motivar a esa persona a pensar de una manera clara y profunda para conseguir los objetivos previstos con sus potenciales y recursos, a través de responsabilidad y creatividad.

En fin, el coach nutricional trata de paliar la “soledad del sometido a dieta”, máxime cuando está rodeado de acompañantes de mesa que no lo están.

Éxito de una dieta

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