Ponerse en forma a los 40 comenzando desde cero

Ya sabes que ponerse en forma a los 40 no se reduce tan solo a tratar de mantener una buena salud, sino que van de la mano una actividad física con la que nos sintamos identificados y una alimentación adecuada. Este “tándem” es vital.

Si crees que ha llegado el momento de empezar a hacer algo por ti para sentirte bien, y piensas en algo más que bajar un par de kg para enfundarte una prenda de baño en la temporada de playa, enhorabuena porque estás en el buen camino.

¿Y para ponerme en forma a los 40, cual es la actividad física que me conviene?

La labor del entrenador comienza con la evaluación física antes de comenzar a hacer nada. Conocer tus hábitos alimenticios, ritmo de vida, historial deportivo y expectativas que te motivan a entrenar, es el segundo paso. Cómo resultado de todo esto, tendrás en tu mano un plan de acción para conseguir unos resultados óptimos y sostenibles.

Porque estamos hablando de comenzar un nuevo modo de vida. No de algo temporal que solo nos lleve a un efecto rebote, tanto en el aspecto alimentario cómo en el aspecto físico.

Para ponerse en forma a los 40, y si ningún problema de salud te coarta la libertad de escoger aquella actividad que vaya acorde con tu estado, tiempo libre, entorno o cualquier otra cortapisa. Mi consejo es que no te limites a una sola actividad, sino que te guíes por un programa.

En caso de que te veas afectad@ por algún trastorno de salud importante, una visita al médico te ayudará a encontrar el deporte adecuado para ti. Y junto con el estudio de las actividades a realizar y una alimentación adecuada, podrás mejorar e incluso en muchas ocasiones revertir aquellos pequeños problemas de salud que te acontecen. O prevenirlos en el mejor de los casos.

La importancia de la planificación

Para todos los aspectos de la vida, la planificación ha de ser el primer paso. Ello en el caso que nos ocupa, evitará lesiones y aumentará los efectos benéficos del esfuerzo.

Existe una primera fase para aquellos que tratan de ponerse en forma a los 40, que es fundamental: los resultados. Somos muy dados a las rutinas. Los cambios de hábitos son más costosos y mentalmente estamos llenos de dudas. La única manera de disiparlas es con resultados positivos, y estos resultados tan solo llegan con planificación.

La planificación del entrenamiento sea del nivel que sea, permite dosificar los esfuerzos para alcanzar y desarrollar las cualidades físicas que nos son innatas: resistencia, flexibilidad, fuerza, velocidad, fortalecimiento, etc.

Por ejemplo, si sales a caminar todos los días durante un largo período de tiempo y cómo suele ser habitual siempre por la misma ruta, tu organismo terminará amoldándose al esfuerzo lineal. Ello no hace que sea inútil o desaconsejable esa práctica, sino que los beneficios -que son muchos-, mermen.

Por tanto, es aconsejable rutas alternativas -si lo que te gusta es caminar- con distintos grados de esfuerzo. También sería interesante intercalar días de natación, bicicleta y algún día de ejercicio de fuerza. Estos simples cambios mejorarán mucho los resultados de tu actividad física y los verás reflejados en tu cuerpo.

La importancia de la continuidad en el ejercicio

El ejercicio provoca que el organismo se vaya adaptando a una serie de fases: entrada, estabilización, fatiga y recuperación. Y para que estas fases se vayan cronificando, es necesario que exista una continuidad en la práctica de ejercicio. Así es cómo podremos beneficiarnos de unas adaptaciones metabólicas, circulatorias, cardiacas, respiratorias, sanguíneas e internas.

La importancia de la alimentación

Estamos en el buen camino, pero para ponerse en forma a los 40 hemos de echar un vistazo a nuestros hábitos alimentarios. De nada sirve comenzar un cambio de hábitos en el apartado del ejercicio físico, si no lo acompañamos de algo tan importante como la alimentación.

Si te has planteado ponerte en forma a los 40 con ejercicio controlado -no es necesario ni recomendable varias horas día ni 7 días a la semana-, y tener un control sobre tu alimentación para hacer efectivo tu cambio de forma de vida, puedes ponerte en contacto conmigo en la web o pasar a formar parte de la comunidad NBS, donde nos encontramos tod@s aquell@s que creemos que ha llegado el momento de ponernos en forma y prevenir trastornos futuros.

Pero antes hemos de tener en cuenta los motivos que nos han movido a comenzar a practicar deporte de una manera más seria y regular, antes de hacer un plan de alimentación. No es la misma alimentación para un deportista de alto nivel que quien busca una eliminación de grasas sobrantes. Tampoco es la misma pauta alimentaria para quienes hacen deporte aeróbico o deporte de fuerza.

Por ejemplo, para un deportista que va a realizar un esfuerzo importante, sería recomendable una ingesta de 70% HC, 15% P y 15%G unas 3 horas antes del mismo.

En cambio, para quienes deseamos perder grasas, yo aconsejo no ingerir nada y mucho menos hidratos de carbono. Si nos cargamos de combustible, será este el que consumamos durante el ejercicio sea cual sea (correr, nadar, levantar pesas…). Y así intercambiamos y no restamos.

En cambio, es recomendable ir a caminar, correr o hacer cualquier actividad -aunque sea de compras-, con ayuno de varias horas, cuantas más mejor. En cuanto agotemos la energía que hemos ingerido con anterioridad, el hígado nos suministrará la energía necesaria a través de las reservas de grasas.

Como podéis ver, soy un fiel seguidor del “sistema condensado” en cuanto a la alimentación y personalmente suelo utilizar el 16/8.

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